The Musketeers es una serie creada por Adrian Hodges, basada en la famosa novela de Alejandro Dumas “Los tres mosqueteros”, estrenada el pasado mes de enero por la cadena británica BBC y recientemente terminada su primera temporada.
El argumento principal de la serie se basa en las vivencias de sus principales protagonistas, los mosqueteros Athos (Tom Burke), Porthos (Howard Charles), Aramis (Santiago Cabrera) y D’Artagnan (Luke Pasqualino) en las peligrosas calles de París, en las cuales acabará por embarcarse en todo tipo de aventuras con el fin de defender al rey Luis XIII y a su esposa Ana de Austria de los diversos complots encabezados por el temible cardenal Richelieu (Peter Capaldi) y su letal secuaz Milady de Winter (Maimie McCoy) .
Esta primera temporada ha constado de 10 episodios y ha sido rodada principalmente en exteriores de la República Checa. La serie parece haber tenido buena acogida por parte del público, por lo que se espera su vuelta para 2015 con nuevos personajes, entre ellos otro viejo conocido de la novela, el temible conde de Rocheford (Marc Warren).
De nuevo, al igual que sucede la mayor parte de las veces con respecto a las películas estrenadas versadas en la novela de Dumas, la serie tan solo toma ciertos aspectos del libro, -fundamentalmente retazos del carácter de los personajes- para construir la base argumental. Es por ello que la serie no gustará de entrada a todo aquel que se acerque a ella con intención de ver recreada la famosa obra “Los tres mosqueteros”. En ella no encontrará más que algunas semejanzas, pero muchas diferencias, con respecto a la historia e incluso a los propios protagonistas, los cuales cambian mucho más aún que con respecto a las cintas destinadas al cine.
Si bien la serie se despega bastante de la novela, no por ello pierde el sabor del género de capa y espada: peleas, persecuciones, duelos y romances salpican cada uno de los capítulos de esta temporada, muchos de ellos con finales previsibles, pero que no por esto dejan de ser entretenidos para el que se acerca a la serie con ánimo de pasar un buen rato viendo a unos mosqueteros en cualquiera de las misiones que, desde la imagen idealizada que de ellos se tiene tras la novela, se puedan pensar. Este es el mayor logro de la serie: ser entretenida, y lo consigue a través de una buena recreación y una alta dosis de escenas rápidas y de acción en cada mini aventura, junto con un conjunto de protagonistas que reflejan perfectamente el espíritu brabucón y de camarería exigidos. La trama principal subyacente sin embargo aparece diluida, pues donde se podía haber creado a un verdadero Richelieu conspirador y presente en cada golpe de mano de la historia, apenas se dibuja un malvado más nervioso que peligroso y que, a pesar de la interpretación de Peter Capaldi, no se consigue sacar al personaje todo el potencial de un gran villano en las sombras, desluciendo bastante la presencia de una trama continua que hile los diferentes capítulos.
Con sus luces y sus sombras la serie se ofrece como una oportunidad de disfrutar del género de capa y espada, siempre y cuando el espectador sea capaz de dejar a un lado cualquier referencia directa y precisa a la novela que le hace de base, dejándose llevar simplemente por las historias cortas que ofrece cada capítulo.
